Plena Inclusión Madrid

Cómo de una necesidad, surge un proyecto de emprendimiento solidario

El padre de una persona con discapacidad intelectual diseña un reloj que facilita el aprendizaje de las horas y el concepto del tiempo y cuya comercialización tendrá fines solidarios al destinarse parte de los beneficios a proyectos que realice el movimiento asociativo Plena Inclusión Madrid y que sirvan para mejorar la calidad de vida del colectivo.

Angel Arévalo, padre de una persona con discapacidad intelectual, explica que la idea surge hace un tiempo, cuando su hijo Ángel, que estaba a punto de cumplir 12 años en 2008, se inicia en el aprendizaje de la lectura de la hora en el reloj.  Según Arévalo, la dificultad no estaba sólo en lo complejo que para su hijo resultaba leer el reloj -para él siempre eran las doce en punto- sino en la comprensión del concepto del tiempo.

La profesora de audición y lenguaje del colegio de Ángel comenzó a explicarle las horas empleando para ello claves visuales, colores y tamaños diversos. A partir de ahí, su padre comenzó a pensar en diseños que, haciendo uso de estas claves, ayudaran a su hijo a comprender el tiempo.

De una manera casera y con mucha paciencia, creó el primer prototipo de un reloj con el que su hijo no sólo aprendió a leer la hora, sino que le ayudó a entender el resto de relojes, independientemente de su diseño y a comprender también el concepto del tiempo. Desde entonces, el año 2008, hasta hoy, Arévalo ha empleado muchas horas de su escaso tiempo libre para perfeccionar el reloj, contrastarlo con profesionales de la educación y crear distintas versiones de esta máquina que ha sido bautizada como “el reloj de Angelote” en honor a su hijo.

La preocupación inicial de Arévalo por enseñar a su hijo las horas, y que ya había resuelto, se transformó en un objetivo claro de que su experiencia, que había funcionado, sirviese a cualquier otra persona que tuviese las mismas dificultades de aprendizaje que Angelote.

Por eso decidió emprender la aventura de diseñar relojes de pulsera, de pared e incluso juegos educativos, que pudieran ser útiles para todos y bajo el lema: «SI SABES LEER SABES LA HORA» ponerlo al alcance de todos.

Hoy, el reloj ya ha comenzado a comercializarse en sus diferentes versiones. Arévalo ha querido llevar más allá su compromiso ya que el objetivo de esta comercialización es, entre otras, que parte de los beneficios que puedan obtenerse con la venta de los mismos, se destinen a proyectos de mejora de la calidad de vida de las personas con discapacidad intelectual o del desarrollo, a través de Plena Inclusión Madrid.